La Parapsicología es una forma de investigación que el hombre ha utilizado desde antaño y que desde hace unas pocas décadas ha sido catalogada con la categoría de ciencia. Defendida fervientemente por innumerable cantidad de investigadores de distintas ramas del saber como médicos, filósofos, psiquiatras, sacerdotes, psicólogos y por tantos otros que sin poseer títulos académicos convencionales dedicaron su vida trabajando seria y profesionalmente con el único propósito de comprender y develar los misterios que rodean y se manifiestan a través del ser humano. Del mismo modo muchos científicos como religiosos, etc. se rehúsan con el mismo fervor a aceptar todo aquello que pretenda ser atribuido a capacidades ocultas sean estas provenientes de los oscuros rincones del cerebro humano como de algún mundo o plano de existencia mucho más allá de la manifestación física. Es así que ambas formas de pensamiento generan una controversia permanente que no ayuda a un verdadero esclarecimiento del asunto y mucho menos a informar lo que lamentablemente ayuda a que seres inescrupulosos se aprovechen del desconocimiento y la ignorancia que la mayoría de los seres humanos posee al respecto.
El término Parapsicología es una definición relativamente moderna que reemplazó a lo que Charles Richet denominara Metapsíquica. Detrás de lo que hoy conocemos como Parapsicología hay una riquísima historia que evolucionó a través de una gran cantidad de etapas cuyos inicios científicos se remontan a fines del año 1700, más precisamente en 1779, con los trabajos de un famoso médico alemán de entonces llamado Mesmer quien esbozó teorías como la del Magnetismo Animal y el Fluido Universal. Ambas teorías generaron un gran debate en el mundo científico de la época dividiéndose en dos corrientes: ANIMISTAS y FLUIDISTAS, los primeros basaban sus creencias en que todo fenómeno por extraño que pareciese era provocado por la Imaginación del ser humano mientras que los segundos basaban la fenomenología manifestada en sus investigaciones en la creencia de la existencia de un Fluido Universal que compenetra todo y que se comporta como canal para la manifestación de dichos fenómenos. Si bien Mesmer pudo probar que el hombre, por ejemplo, podía ser curado de enfermedades por medio de la imposición de manos con baños de agua energizada, fue prontamente olvidado junto con sus teorías por causas ajenas a la medicina. La mala reputación del médico como resultado de una vida desordenada directamente relacionada a la Corte Real escandalizaba a la alta sociedad de entonces siendo este el principal motivo que sus detractores utilizaron en su contra y que lo llevaron a la desgracia.
Unos años más adelante surgen las teorías de Reichenbach, investigador Austríaco, que en 1845 parecían reflotar de algún modo los para entonces mal recordados trabajos de Mesmer y que no llegaron tampoco a conclusiones definitivas. Luego aparece en escena otro gran investigador inglés llamado James Braid con un nuevo e importante aporte que revolucionaría la investigación de entonces y marcaría un camino nuevo a seguir: El Hipnotismo. Las investigaciones en este campo, que fue conocido primeramente como Braidismo, parecían en principio terminar con aquella vieja discusión entre Animistas y Fluidistas pero la poca aceptación de los trabajos de Braid en Francia e Inglaterra que por entonces eran los más grandes referentes en el estudio de lo paranormal, provocó que todo quedara como una opinión más y nuevamente se olvidara. Con el tiempo surge otro investigador francés llamado Charcot quien se especializaba en las enfermedades del sistema nervioso y en particular las de la médula espinal y que, sin reconocerlo abiertamente, continuó con los trabajos de investigación y experimentación con hipnosis. Este fue un punto de partida bastante importante ya que comienza una historia de créditos y descréditos muy extensa donde cada investigador defendía a capa y espada su posición personal continuando así el avance en muchas líneas de investigación hasta que surge un nuevo campo de experimentación que provocó una revolución en las creencias de entonces; nos referimos aquí al surgimiento del Espiritismo.
Este nuevo campo de investigación del que hablaremos con mas detenimiento en la unidad de estudio correspondiente, se abrió súbitamente ante los ojos de los científicos de la época como
una especie de paradigma con el cual se podría llegar a comprender todo aquello que se manifestaba como algo secreto y oculto a los seres humanos. Del mismo modo que ocurriera con otras disciplinas del pasado el Espiritismo se convirtió de repente en la salvación de muchos y en el blanco donde podían apuntar sus cañones los escépticos de entonces que, haciendo honor a la verdad no eran menos que sus rivales. Por supuesto y como no podía ser de otra manera el Espiritismo fue convertido rápidamente en un negocio ideal para muchos seres sin escrúpulos que vieron una buena oportunidad para aprovecharse de la desesperación, el desconocimiento y la ingenuidad de la gente, sobre todo en los momentos de conflictos bélicos donde cientos de doloridos familiares trataban de dar el ultimo adiós a sus seres queridos muertos en lejanos campos de batalla. Para 1870 muchos investigadores estudiaban la manifestación espirita con aparente dedicación y seriedad y solo se conformaban con hacer hablar a un supuesto espíritu encarnado en un médium. Del mismo modo hubo quienes no se contentaron solo con eso y comenzaron una investigación mucho más profunda del tema poniendo mayor atención en los muchos fenómenos que se sucedían alrededor en una sesión mediumnica.
Así el espiritismo se fracciono en dos de acuerdo a distintas líneas de investigación: la Ortodoxa o Kardesiana, denominada así por su máximo exponente Allan Kardec y la Científica que tomó mayor auge luego de una importante investigación de la Sociedad Dialética de Londres. En ese momento de la historia surge otro nombre muy importante Williams Croques. Las investigaciones de Croques fueron realizadas con un rigor científico extremo y llevaron a la experimentación del Espiritismo a entrelazarse con las bases de la Metapsíquica. A partir de entonces comienza una nueva historia donde los fenómenos manifestados por médiums y paragnostas comienzan a clasificarse y estudiarse en forma individual. Como era de esperarse esto no llegó a tener un criterio uniforme entre tantos investigadores con lo que resiguieron generando un sinnúmero de teorías que trataban de explicar o de quitarle mérito científico a esos extraños comportamientos producidos o provocados bajo determinadas circunstancias.
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